Crossing Paths, Breaking Down Barriers / Cruzando Caminos, Rompiendo Barreras

The networking event that took place last Tuesday, 17th. May in Navia was an unexpected door for me and for the others that came together there.
Thanks to this crossroad with so many different people, you start to see that there are more opportunities for professional change and growth than you thought. That is a dose of optimism for anyone who’s unemployed in these difficult times. The most common thing is to feel downbeat and not know where to start. And the people around you don’t help much sometimes. They remind you that you’re a certain age or that your profile is too ‘Strange’ to fit in.
If you believe all of this, you’re done for.
When I saw the announcement for the networking event, I doubted. What would I do there? I’m not working and my profile is somewhat atypical. I closed it but didn’t delete it. The next day, the email was still there… So I started to think ‘Why not?’ , that I had nothing to lose, so I signed up and forgot about it til the wonderful organizer , Raquel Acon, called me to confirm my spot and ask me if, as I’d stated on my inscription, would do a presentation of my profile. I remember saying, ‘But my profile is atypical…’ Nevertheless, when I explained it to her, she said it was interesting. I wa.s starting to like this networking thing! I then sent her some photographs to display as I was talking.
When the 12th. came around, I was a little nervous, to tell the truth. I just told myself that I had nothing to lose.
There were lots of people with very different profiles and one thing in common: the will to do something to improve themselves. And yet another, the hope and comfort of knowing we were not alone. Everyone knows unemployment is high, but seeing this group of people striving for something better is inspiring.
And the anecdote! I met a man who’d been raised in the same place I had…New Jersey, USA! Our faces were hilarious when we started talking in one of the activities and realised we’d grown up very close to each other. Such a small world…
Tuesday, the 17th. was a different story. There would be people there who could offer you guidance and information that could prove of great value in our search for a job. It was long, but very worthwhile. The activity where we had to ‘create’ a company that included everyone in the group was quite revealing. I was in a group of about twelve people , including entrepreneurs, with the most diverse profiles. In the end, we managed to put together a company where we all had our place and that was realistic.
After the coffee break came the moment of truth. It was time for the presentation! I got a bit uptight but I took a deep breath, and before I knew it…I’d finished! It seems I didn’t do too badly. There was even applause!
In all, it was a fruitful experience that showed us how we shouldn’t be afraid of crossing our paths with other people. You never know where you can find support, an idea or information.
Crossing paths we also break down barriers of fear of failing and the unknown.

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El encuentro de networking del pasado martes, 17, en el Liceo de Navia fue para mí, y creo que para muchos de los que estábamos allí, una puerta hacia unas posibilidades que nunca habíamos contemplado.
Gracias a este cruce de caminos con gente tan diversa como interesante ves que hay muchas más posibilidades de cambiar y crecer profesionalmente de las que tú creías. Eso es una inyección de moral para cualquiera que se encuentre desempleado en estos tiempos tan difíciles. Lo más común es que te desanimes y no sepas ni por dónde empezar. Y el entorno a veces tampoco ayuda, pues te recuerdan que ya tienes una edad, o que tu perfil es muy ‘raro’ como para encajar.
Si te dejas llevar, estás hundido.
Cuando vi el anuncio de la actividad de networking, dudé. Y yo ¿qué pinto ahí? No estoy trabajando y tengo un perfil y una historia laboral y personal algo atípicos. Lo dejé, pero no borré el correo. Al día siguiente, allí seguía el dichoso correo… Y empecé a pensar que por qué no, que nada tenía que perder. Así que me apunté y me olvidé hasta que recibí la llamada de Raquel Acon, la maravillosa organizadora, para confirmarme la plaza y preguntar si, tal y como había puesto en mi ficha de inscripción, me importaría exponer mi perfil laboral. Me acuerdo que le dije, ‘Pero es que mi perfil es atípico…’ y al explicarle un poco como era, me animó a exponerlo porque a su parecer era muy interesante. ¡Ya le estaba pillando yo el gusto al networking, mira! Así que le mandé una fotos para que las pusiera en pantalla mientras yo hablaba.
Al llegar el día 12, yo estaba algo nerviosa, la verdad. Pero me repetí a mí misma que nada perdía por intentarlo.
Me encontré con mucha gente de muchos perfiles y una cosa en común: ganas de hacer algo por salir adelante. Y otra más, la esperanza que nos dio a todos ver que no estábamos solos. Sabemos que hay paro, pero ver a gente reunida para hacer algo en pos de mejorar anima mucho.
Y la gran anécdota. ¡Me encontré con un hombre que se había criado cerca de mí…en New Jersey, Estados Unidos! Las caras eran un poema cuando durante una de las actividades, en la que nos teníamos que presentar y explicar un poco sobre nuestra trayectoria y aspiraciones laborales le digo que me crié en New Jersey y me dice que él también. Sí que es pequeño el mundo.
El martes, 17 ya era otro tema. Ahí iba a haber gente a la que conocer, que podían como poco darte información de cara a un futuro trabajo. Fue largo, pero muy entretenido y provechoso. La actividad de ‘crear’ una empresa entre gente de perfiles muy diversos, incluidos empresarios y emprendedores, fue muy revelador. En el grupo que me tocó a mí éramos unas doce personas, con muy diversos perfiles profesionales y personales. Aún así, logramos encajar a todos y cada uno en un organigrama que perfectamente se podría dar en la realidad.
Después de las charlas y el café, llegó la hora de exponer. Ahí ya me puse algo nerviosa, porque aunque sepas lo que quieres decir, impone un poco ponerte delante de gente que no conoces y hablar de ti.
Cogí aire…y cuando me quise dar cuenta, ya había acabado. ¡Parece que no lo hice del todo mal, hasta se oyeron aplausos!
Resumiendo, fue un encuentro provechoso y esclarecedor en el que todos aprendimos que lo importante es no tener miedo a cruzarte con gente que no conoces. Nunca sabes dónde puede haber un apoyo, una idea o una información valiosa.
Cruzando caminos también rompemos barreras de miedo al fracaso y a lo desconocido.